Espectro I (Jim Corrigan)

Hace tantos milenios que la Tierra ni existía, el Cielo y el Infierno entraron en guerra cuando Lucifer atrajo a varios seguidores de Dios, también conocido como “Presencia” o “Voz”. Raguel fue uno de aquellos seguidores, y recibió el perdón de Dios con una condición. Cuando la humanidad comenzó a adorarlo, dio a Raguel una porción de sí mismo que serviría como encarnación de su Ira Divina en los momentos puntuales en que Dios se enfadaba con el mundo. Entre otras hazañas, el Espectro, pues así comenzó a llamarse, fue el resonsable de la destrucción de Sodoma y Gomorra y de las plagas que asolaron Egipto en la época de Moisés. El nacimiento de Cristo, que implicaba que Dios perdonaba a los mortales, hizo que Raguel fuera innecesario y desapareció. Después de la Pasión, Raguel tuvo que volver a la Tierra utilizando una forma física; concretamente, la de mortales asesinados. El primero fue el indio Calaka y fueron muchos los anfitriones del Espectro. Durante buena parte del siglo XX, fue un joven policía llamado Jim Corrigan.
Jim era hijo de un reverendo muy radical llamado Jebediah Corrigan. La familia viajaba por todo Estados Unidos predicando la palabra de Dios, pero Jebediah ocultaba un secreto. Estaba liado con su criada Rose, que vivía con ellos y con su hijo Rafe, el mejor amigo de Jim. Cuando la esposa del predicador lo descubrió, los echó de casa y Jebediah culpó a su hijo de que lo hubiera descubierto. Más adelante, Jim se enteró de que Rafe había muerto en un accidente y decidió renegar de su padre y de todo lo que representaba; entre otras cosas, perdió su fe en la existencia de Dios.
Ya mayor, Jim se hizo policía en Nueva York y salió con una joven de buena familia llamada Clarice Winston. Una noche, fueron secuestrados por el mafioso Gat Benson, cuyos secuaces metieron a Jim en un barril y lo arrojaron al fondo del río Hudson. Mientras se acercaba literalmente hacia la luz, el alma de Jim vio a la Voz, que le anunció que su hora aún no había llegado. Su cuerpo pasó a ser el receptáculo del Espectro, con lo cual adquirió poderes sobrehumanos con los que detuvo a Benson y compañía y rescató a Clarice. Con un uniforme diseñado por su compañero de la policía, el peculiar Percival Popp, Jim se convirtió en el Espectro, uno de los superhéroes más populares de los años cuarenta.
Junto con otros justicieros como el Doctor Fate I o Green Lantern I, impidió que los nazis invadiesen el Reino Unido y fundó la primera Sociedad de la Justicia de América (SJA, en adelante). Como sus compañeros, también estuvo en la amplia formación del All-Star Squadron, el grupo auspiciado por el presidente Roosevelt hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. La SJA se mantuvo en activo hasta principios de los cincuenta, cuando se negaron a desvelar sus identidades secretas en plena histeria anti comunista. Muchos de sus miembros se retiraron, aunque el Espectro siguió activo de forma encubierta.

Se podría decir que el Espectro estaba atrapado en el cuerpo de Corrigan debido a la presencia en la Tierra de Azmodel, un espíritu maligno que no podía coexistir físicamente con él. Durante una sesión de espiritismo, ambos entes se liberaron de sus anclas físicas y pasaron a combatir al plano astral, del que el Espectro salió vencedor. Esto coincidió en el tiempo con la segunda era superheroica que empezó con Superman. El Espectro participó en las aventuras de la SJA durante esta nueva era y tuvo un papel fundamental en la derrota del Antimonitor durante el evento Crisis en tierras infinitas. Tal fue el despliegue de poder al que se vio obligado que se quedó en coma durante unos meses.
Cuando despertó, Jim y el Espectro vieron cómo sus poderes habían menguado por decisión expresa de Dios. Se instalaron en San Francisco, en el mismo edificio donde tenía su consulta Madame Xanadú. La ayudante de ésta, Kim Liang, fue la encargada de velar por el cuerpo de Corrigan mientras el Espectro vivía sus aventuras como una suerte de investigador paranormal. Su nueva misión divina consistía en evitar que se asesinara a inocentes y en castigar a los criminales con una dosis proporcional a su delito.
La comunidad superheroica volvió a contar con el Espectro durante la crisis de Hora Cero. Su papel fue fundamental de nuevo para la derrota de Parallax, un Hal Jordan corrompido y que, paradójicamente, en unos años se convertiría en el sustituto de Corrigan. Fue poco después de esto que supo por una mujer llamado Beltane de su origen como vengador divino. En aquella época, contó con el apoyo del padre Craemer, un sacerdote que le ayudó a reconciliarse con su pasado y con el amargo recuerdo de su padre. Cuando Corrigan y el Espectro se presentaron ante Dios, éste le dijo que por fin había pagado su deuda y que podía ingresar en el otro mundo. El Espectro se quedó así sin huésped humano y se aisló en el Limbo, pero no sería por mucho tiempo.

Poderes:
El Espectro puede volar, hacerse invisible e invulnerable, ocupar y manipular objetos inanimados y posee cierta consciencia que le permite conocer las intenciones ajenas e incluso predecir el futuro. También puede aumentar de tamaño hasta límites insospechados y posee fuerza sobrehumana. En principio, su condición de espíritu divino lo hace casi invulnerable, pero puede ser destruido; por ejemplo, con el artefacto conocido como Lanza del Destino. Antiguamente, tenía una “mirada letal” que asesinaba a sus contrincantes.